Ever Smith, es una empleada de una compañía de perfumería, siendo una chica sincera, amable y servicial, pero, se siente inferior y poco intimidada por los demás. Esta desventaja afecta toda su vida, su trabajo junto a sus sueños y al mismo tiempo no se atreve a expresar su amor al CEO más importante del país. Se trata de Gael Girard, quién es un hombre despiadado y frío, con muchos secretos en su pasado que ninguna mujer se atreve a descubrir. Por una oportunidad inesperada, ambos terminan trabajando juntos, sin embargo, los rivales de Gael están al acecho listo para quitarle todo el trabajo de su vida cuando descubren cada secreto que tiene en su vida. En el entrelazamiento de los sueños y la realidad, ambos se curan de las heridas del pasado y ganan una hermosa carrera profesional y en el amor.
Leer másLuego de que Ever entrara a la empresa para presentar una dura prueba por cuarto año, ella no estaba dispuesta a rendirse ahora que estaba tan cerca de lograr su objetivo.
—Vamos, esta vez si puedes hacerlo—le dijo ella misma con los nervios de punta cuando estaba a punto de sentarse en la silla para presentar otra vez el examen necesario para entrar a la empresa de perfumes aquí en Italia.
Sin embargo, otra vez se estaba recordando el motivo de todo esto viniendo en su memoria el día que conoció al CEO que la salvó de su propia desgracia.
—Hola buenas tardes, muchas gracias a todos por venir. Esta vez vamos a seleccionar a 15 personas nuevas para trabajar aquí en las nuevas vacantes tanto en la elaboración de perfumes como en nuestras tiendas—entonces fue cuando esta mujer observó a Ever de una manera atenta—¡Que tengan buena suerte porque la van a necesitar!
Ever no le prestó atención, no obstante, jamás iba a entender el tipo de odio que le tenía porque lo único que quería era un trabajo independiente para salir de la casa de sus padres.
En el momento que estaban repartiendo las hojas junto a la solicitud de las vacantes, Stella miró con desprecio a esta chica porque se suponía que los guardias de seguridad no la iban a dejar entrar.
Stella era una de las socias de Gael, pero, en el momento que reconoció que Ever estaba aquí le iba a hacer la vida imposible porque reconocía que esa chica iba a tener un problema en el futuro.
—Siempre es una sorpresa verte aquí ¿Será que está vez entras a trabajar con nosotros?—le pregunto esta mujer llena de sorpresa, pero, Ever se quedó en silencio viendo las preguntas acerca de los productos que la compañía renovaba cada año.
Si no fuera una de las socias de la empresa hace mucho tiempo, Ever la hubiera enfrentado para irse de este lugar, sin embargo, necesitaba cumplir su promesa.
Entonces ella siguió hacia las demás personas.
A diferencia de Ever quien sabía las respuestas de cada pregunta gracias a todos los videos de YouTube que Gael alias su amor platónico había hecho explicando todo acerca de su empresa junto a los perfumes que complacen a las mujeres millonarias.
Después de una hora y media, Ever estaba segura de que había respondido bien, entonces salió de ahí para irse en calma porque quería sobresalir de las demás personas.
—Dame su hoja, necesito ver algo—fueron las palabras de Stella, no estaba jugando porque necesitaba saber cuáles eran sus errores.
Por otro lado, Ever se encontró con su mejor amiga Atenea, quien trabajaba en un puesto importante en los recursos humanos como secretaria de los jefes aquí mismo de la empresa.
El resto del ambiente estaba un poco tenso y animado a la vez, porque tres veces al año se hacían este tipo de convocatorias para encontrar nuevos talentos aquí en la ciudad.
—¿Ahora que ocurrió? ¿Vas a la segunda prueba?—le preguntó su amiga un poco desesperada porque estaba contenta de que Ever pronto iban a trabajar juntas.
—¡Tranquila! Aún estoy esperando los resultados, pero esta vez me preparé mejor que los años anteriores porque nadie me va a detener.
—Espero que sea verdad porque no me gustaría ser tu paño de consuelo otra vez porque tenemos que celebrar tu nuevo trabajo—respondió Atenea para abrazarla de nuevo con mucha fuerza.
Por otro lado, incluso uno de los supervisores de la empresa estaba sorprendido con Stella por los resultados de Ever junto con una nueva propuesta que era demasiado innovadora.
Una idea de que iba a robar para impresionar a Gael, quien era su jefe y uno de los CEOS más importantes del país italiano en el mundo empresarial.
—No me mires con esta cara, igual le voy a hacer unas modificaciones pequeñas porque esta niña viene de una familia pobre sin valores ni educación, por venir de ahí ni siquiera tiene el derecho de trabajar aquí en la empresa—mencionaba esta mujer con tanto desprecio hasta que observó entrar a Leonardo.
Este hombre era el hermano adoptivo de Gael, quién era el primer socio a mando después de Stella, con la mitad de acciones aquí en la empresa, tenía una relación íntima con Gael, quién estaba curioso por lo que estaba pasando. Incluso desde hace mucho tiempo en secreto, estaba enamorado de Stella, no obstante, ella lo había rechazado muchas veces por el tema laboral.
—¿Sucede algo?—le preguntó Leonardo, intentando descifrar lo que estaba sucediendo aquí, cuando esta mujer oculto la solicitud de Ever detrás de su espalda.
—Nada, todo bien—mintió en ese momento para evitar levantar sospechas de los demás—es solamente que esta fan otra vez volvió a postularse aquí para acercarte a tu hermano, además carece de talento porque ni siquiera tiene una buena receta para los perfumes.
De todas maneras, Leonardo mantenía sus brazos cruzados porque no se tragaba el cuento de Stella, sin embargo, está decisión siempre quedaba en sus manos.
En las afueras de la ciudad italiana, Gael estaba a punto de llegar al aeropuerto mientras que estaba en su avión privado, a pesar de que no había comido mucho para mantener su figura, entonces decidió tomar su última copa de vino para seguir viendo los proyectos que iba a realizar apenas llegara a su empresa.
—Disculpe señor. En media hora vamos a aterrizar ¿Desea otra cosa? Porque no ha comido casi nada—le comento una muchacha sin pensar mucho en sus palabras porque ese tipo de actitud ofendía muchísimo a Gael.
—Estoy ocupado en mis asuntos para que meta sus narices, por cierto, debería darse cuenta de que soy su jefe para que tenga este tipo de libertades conmigo—fue la dura respuesta de este hombre sin importarle nada excepto sus propios asuntos.
Esta chica se quedó callada para regresar a otra parte del avión evitando contener las ganas de llorar por dentro porque no entendía como podía ser tan despiadado y cruel con todos a su alrededor.
Gael siguió en sus asuntos, anotando unas fragancias esperando que todo saliera bien luego de cerrar un negocio importante en Estados Unidos porque su agenda estaba apretada de eventos que tenía durante en la semana.
Tal como le habían dicho, media hora después, este CEO estaba mirando su reloj un poco preocupado porque necesitaba llegar cuanto antes, no obstante, ni siquiera había llegado su limusina.
—Dios mío, lo tendré que despedirlo porque tiene 15 minutos de retraso—mencionó en voz alta cuando a lo lejos vio el carro.
De mala gana, este hombre se sentó en el carro mientras que abría su teléfono para avisarle a sus dos socios Stella y Leonardo, que anunciaran los resultados de las pruebas porque detestaba demasiado encontrarse con muchas personas dentro de la empresa porque quería seguir manteniendo su imagen en secreto.
También le pasó un pequeño papel al chofer junto con una pequeña liquidación por todos los años que había trabajado en la empresa, algo que este chofer no lo esperaba para nada, pero, tampoco le podía llevar la contraria a su jefe porque le podía ir peor.
En el momento que Stella estaba colocando los resultados de las convocatorias por órdenes de Gael, justo en ese momento se acercó tanto Ever agarrando la mano de Atenea para demostrarle que su confianza.
—Tenemos que movernos—grito Ever con mucha prisa hasta que vio los resultados, donde otra vez de nuevo ni siquiera había quedado en las listas.
Ese era un tipo de sentimiento extraño para ella porque ni siquiera tenía idea de que le iba a decir a sus padres al menos que le pudiera mentir a ellos para que nadie se preocupara por este problema.
—No te preocupes, igual no es nada importante—le dijo Atenea golpeando su hombro, sin embargo, Ever no estaba a rendirse está vez.
Con mucha determinación, se fue hacia la recepción de la empresa donde caminó hacia otro pasillo sin tener un punto fijo para ir confrontar a Stella porque está vez quería escuchar de la propia boca de esa mujer los motivos por el cual no podía trabajar aquí en la compañía.
Para su sorpresa, Ever escuchó una conversación sospechosa que estaban unos empleados, ella no dudo en ocultarse escuchando por completo la conversación.
—Tenemos que falsificar estás invitaciones porque nadie se debe dar cuenta de nuestras acciones ¿Estás seguro de que manipulaste la mercancía?
—Si, además le puse otra sustancia porque el veneno va a ocultarse el tiempo suficiente para que nuestros planes salgan bien—apenas Ever escuchó estás últimas palabras se imaginó que muchas personas iban a morir sino hacia algo.
Ella se movió con mucho cuidado hasta que tropezó con un objeto que estaba en el piso, corrió con mucha prisa hasta que cayó en los brazos de un hombre.
—De verdad lo siento mucho, me tengo que ir—apenas Ever dijo estas palabras, se dio cuenta de que estaba al frente de Gael quién tenía una cara de pocos amigos por lo que estaba sucediendo.
—¡Seguridad! ¡Seguridad! Llévense a esta extraña de aquí—enseguida dijo este hombre, sin embargo, Ever le apretaba la camisa con mucha fuerza porque no estaba dispuesta a dejarlo ir.
A pesar del miedo que tenía en este momento porque la estaba persiguiendo este par de tipos, le regaló una mirada de súplica a este hombre, no obstante, la apartó de su lado con mucha fuerza porque se dio cuenta de que ni siquiera trabajaba aquí.
Atenea sabía por cuenta propia que Stella y Leonardo, se querían deshacerse de su amiga Ever por toda la envidia y celos que le podían tener. Sin embargo, ella debía usar sus habilidades para detener sus planes porque no iba a permitir que nadie le hiciera daño a su mejor amiga. —Tengo que ir donde Travis porque debe tener mejores ideas para lograr está misión—menciono está chica con el mejor optimismo del mundo porque no estaba dispuesta a rendirse tan fácil. Entonces buscó unos papeles con la excusa perfecta para ir a la tienda donde trabajaba su amigo, esperando que su jefe no se volviera loco en su oficina. Deseaba con sus fuerzas que Ever aguantara todo lo que pudiera para que se defendiera con sus habilidades de crear perfumes porque era una de las mejores. Apenas salió de la empresa, tomó un taxi para dirigirse a la tienda lo más pronto posible. Por su parte, Gael quería probar una nueva fragancia por su cuenta, además de la competencia que estaba teniendo en el mercado q
—¡Lo detesto! Enserio lo odio mucho como no tienen idea—fue el comentario que le hizo Ever para sus dos amigos Atenea y Travis, quiénes estaban a la hora del almuerzo. Los muchachos igual estaban concentrados, escuchando cada palabra que le estaba diciendo Ever. —Saben el otro día, me mandó ir desde el otro lado de la ciudad para buscar algunas cosas, pero, al final ese almacén estaba cerrado—terminó de decir ella, desahogando por completo la frustración que estaba sintiendo por dentro, intentando pensar que las cosas podían mejorar. Dentro de la mente de Travis, sintió por dentro que Ever necesitara un hombre que la protegiera y cuidara del abusivo de su jefe, no obstante, tenía clara una misión antes. Vengarse del asesino de sus padres, destruyendo por dentro la empresa de Gael para descubrir sus propias debilidades y grandes miedos porque todo eso lo iba a usar en su contra. —Amiga, estamos contigo. Con razón, no tiene novia porque es demasiado amargado—ese mal chiste de Atene
Al día siguiente, Ever intentaba mantener la calma solamente a pocos minutos de llegar a la empresa, para ser la nueva secretaria de Gael como si tuviera otra opción porque antes hubiera sido un sueño para ella trabajar hasta que conoció como este hombre trataba a sus empleados. Descubriendo por dentro que ni siquiera daba segunda oportunidad a los demás, como si cometer errores fuera lo peor delante de los ojos. —¡Relájate, mantente tranquila!—se decía a ella misma, intentando mantener la calma cuando sus manos estaban sudando un poco, sin embargo, una vez que seguía caminando mantenía su mirada fija ignorando el resto de las demás personas. Más tarde, iba a hablar con ella para poner las cartas sobre la mesa porque Atenea debía ser la primera en enterarse de lo que estaba sucediendo, pero, debido a la conversación que había tenido con sus padres anoche, mínimo esperaba que las cosas salieran bien hoy en la empresa. —Buenas días ¿Hacia dónde crees que vas?—fue una pregunta direct
Gael por dentro estaba contento porque había descubierto el secreto de su papá, encontrando una manera de chantajear a Ever incluso ahora que se había conocido a su mamá.Porque como siempre la intriga lo estaba matando por dentro. —¿Ever, quién es? ¿Es tu nuevo novio? Porque él último te rompió el corazón de la forma más descarada. Esta chica quería que la tierra la tragara porque estaba pasando la peor pena de su vida, sin embargo, ella noto que Gael igual mantenía su postura rígida mientras estaba escuchando las palabras de esa señora. —Por favor mamá, es mi jefe—le dijo Ever, clavando su mirada en ella cuando su madre tuvo el atrevimiento de acercarse más a ese hombre para conocerlo mejor. —No te preocupes hija, si estás saliendo con él, lo podemos invitar a almorzar—seguía hablando la mamá de Ever—¿Te quieres quedar a almorzar? Porque si eres de esos empresarios que siempre andan ocupados en el trabajo, te puedes ir por la puerta porque odio demasiado ese tipo de personas. A
En la noche, Ever se había reunido con su mejor amiga en el mismo lugar de siempre porque necesitaban desahogarse con ella con lo que había ocurrido en la mañana. Quería desahogar todas sus penas en alcohol y más alcohol porque sus ilusiones acerca del hombre que había admirado desde hace mucho tiempo, había sido tan ciega viendo una parte del disfraz que tenía Gael. Incluso su amiga Atenea apenas se enteró de esto, la había estado acompañado desde que hablaron por teléfono, ella había escapado corriendo de su oficina para consolarla desde temprano. —En serio, ni siquiera sabes todo lo que cree él, parece un idiota que nada más usa su poder para humillar a los demás, pero, no te preocupes, con todo esto se me quitaron las ganas de ir mañana a trabajar—le dijo Ever, un poco borracha con las mejillas sonrojadas a su amiga, quién se había quedado dormida luego de escucharla. Apenas Ever empezó a notar eso, intentó agarrar un poco su cabello porque no le gustaba nada de esto, sin em
Una semana después…Igual que la primera vez que Ever empezó a trabajar aquí, estaba emocionada por dentro porque creía que todo seguía siendo un sueño que nunca iba a terminar. Con el apoyo de sus padres y sus dos mejores amigos, nada le podía faltar excepto ese nombre que estaba en su mente. —¿Oye, te sucede algo? Fue cuando ella, volvió a aterrizar en la realidad porque se había dormido en el hombro del Travis aquí en medio del bus, enseguida se volvió a acomodar evitando por completo la incomodidad que estaba surgiendo entre ellos. —Nada, espero que sea un día normal en el trabajo—quizás para este chico las palabras de Ever no lo estaban convenciendo mucho, sobre todo en la forma en que estaba actuando. Ever respiro un poco y tomó un poco de agua para tranquilizarse hasta que llegaron a la parada de su trabajo. De todas maneras, ella estaba manteniendo su distancia con Travis porque lo menos que quería era tener problemas ahora. A pesar de que estaba en el trabajo que siemp
Último capítulo