68. CASUALIDAD O PREMEDITACIÓN
Mira hacia delante, confundida con lo que acaba de enterarse. Su hermano la ama con locura, de eso no tiene dudas. Entonces, la ubicación de su apartamento la llena de preguntas. Debe existir una explicación para que hiciera esto. ¿O quizás lo hizo para que sus padres no vinieran a buscarla allí? Esa sería una buena explicación.
—Sí, si te refieres al blanco que se ve allí, es de mi tío Fabio —le contesta Gerónimo, señalando un hermoso y elegante edificio. Sí, es ese mismo el que tiene en las fotos que le envió su hermano.
—Es pequeño el mundo —dijo pensativa—. Así que mi apartamento pertenece al edificio de un tío tuyo.
—Está bien, estarás segura aquí —dijo Gerónimo, dejando escapar un suspiro de alivio al detenerse frente al edificio—. Te dejaré ahí e iré a ver qué está pasando. Luego regresaré, cielo, pero no vayas a salir, ¿de acuerdo?
Cristal lo observó con gran temor y desconfianza. Las palabras que lo detendrían salieron de ella casi sin pensar:
—Amor, no le digas a n