Después de que mi cuñado Kiro dejó a mi novia inconsciente, la tengo en mis brazos sin comprender realmente qué pasó. Contemplo cómo la observa Fabrizio Garibaldi, el jefe de la familia, con tristeza.
—¡Llévenselos a mis abuelos ahora mismo! —les ordena a unos de sus hombres, refiriéndose al tipo que también golpearon en la cabeza y está inconsciente. Luego se gira hacia mí y me ordena—: Maximiliano, tienes que irte con ella a ver a mi abuela ahora mismo, únicamente ella sabe qué hacer con Coral.—¿De veras? ¿Qué es lo que le pasa? —pregunto al observar cómo todos la miran con tristeza. Sus hermanos se limpian los ojos, y su padre Carlos, como si lo hubieran derrotado, cae de rodillas al piso llorando.—A mi sobrina la convirtieron en un arma letal contra nosotros —me explica con pena—. Ll&ea