Gerónimo sintió un gran alivio; aquellas palabras estaban dirigidas directamente a él. Instintivamente, rodeó a Cristal con un brazo protector mientras sentía que todo iba a estar bien ahora.

—¡Jamás, abuelo, jamás! —contesta con una sonrisa radiante—. ¿Pero qué hacen los demás aquí?

—Necesitamos a toda tu generación para apoyarte, hijo. Esta vez, no dejaremos cabos sueltos. Y cada uno de ustedes tendrá un papel que cumplir —el bisabuelo clavó la mirada en Filipo y luego en Gerónimo, como si ambos fueran piezas clave en la partida que recién comenzaba—. Es hora de que recuerden lo que significa ser un Garibaldi.

Mientras Maximiliano había podido observar a Coral a lo lejos, junto a Vicencio, sale corriendo a su encuentro, pero ella echa a correr hacia un bosquecillo y se esconde. Se agacha detrás de un