La noche ha avanzado en Roma. En casa de Giovanni Garibaldi, este está sentado en silencio, observando a su esposa Rosa, que lo mira nerviosa al entrar a la cocina.
—¿Qué haces levantado a estas horas y a oscuras aquí en la cocina? —pregunta, encendiendo la luz.—¡Apágala! —ruge Giovanni, haciendo que ella saltara asustada.—¿Qué te pasa, querido? ¿Te sientes mal? —pregunta al verlo jugar con un cuchillo muy afilado entre sus manos.Rosa guarda silencio mientras toma un vaso de agua. Luego apoya una mano en la mesa y, de pronto, sin que lo esperara, Giovanni le lanza el cuchillo, que se clava entre sus dedos. Ella grita, asustada.—¡Apágala, te dije! —ruge Giovanni de nuevo.—¡¿Por qué hiciste eso?! ¿Estás loco? —grita Rosa, pero apaga la luz.Él la mira fijamente sin r