Después de que Zack y Zoe se fueran, un tenso e incómodo silencio invadió toda la sala, solo roto cuando Lutxi bufó y miró con molestia a la pared de atrás después de escuchar un par de susurros que intentaban ser discretos pero fallaban a lo grande.
—¿Cuánto tiempo van a quedarse ahí atrás? Salgan de una vez —mandó, a lo que sus amigos entraron nerviosamente a la sala después de haber escuchado todo detrás de la pared.
Henry y Chary eran los más nerviosos, viendo la mirada reprobatoria de sus padres allí.
Chary, incapaz de mantenerle la mirada a su padre, volteó a otro lado, fijando entonces su mirada en los abogados.
—Hola, tía Ariadna —saludó a la abogada, que era una de las mejores amigas de su difunta madre y había ayudado mucho a su padre a la hora de criarla.
—Chary, querida. —Ella dejó su porte profesional para darle un abrazo—. Me sorprende que estés aquí… Con ella. —Miró mal a Moira, que tomó aire y se puso de pie de repente, obviamente sintiéndose muy incómoda por la forma