—No fuiste una idiota. Estabas afligida y vulnerable, y él se aprovechó de eso. —Mason se inclinó sobre la mesa y le tomó la mano—. Lo que te hizo... es imperdonable.
El calor de su palma contra la de ella era casi abrumador. ¿Cuándo fue la última vez que alguien la había tocado con auténtico afecto?
«¿Lo peor de todo? Ni siquiera consumó el matrimonio. Cinco años y nunca hemos... ya sabes».
Los ojos de Mason brillaron con algo peligroso. «¿Nunca?».
«Dijo que yo era "inadecuada" para tener hijos suyos. Dijo que alguien le había contado cosas sobre mi pasado que le hacían dudar de mi... pureza». La voz de Scarlett se redujo a un susurro.
—Y por ahora solo quiero que pague. Quiero que Víctor lo pierda todo, su reputación, su preciada empresa, su dinero, su sentido de superioridad. Quiero que se sienta tan pequeño e impotente como él me hizo sentir a mí durante cinco años.
—Eso se puede arreglar.
Algo en el tono de Mason la hizo levantar la vista bruscamente. Había acero bajo su gentilez