«Según fuentes internas, Verónica Anchorena, no ha podido decirles a las autoridades locales quién o quiénes fueron los autores del secuestro. Hay muchas especulaciones al respecto. Algunos creen que miente, otros que la banda estaba tan bien organizada que nada develó su identidad. De ser así, estamos hablando, de profesionales dedicados al secuestro de personas importantes, influyentes y con peso en la política. De todas maneras, tanto la policía, como el Líder del Clan Águila, han asegurado que darán con los captores».
No podía ser posible.
Maximiliano miraba las noticias, inmóvil en ese sillón de cuero negro donde llevaba horas sentado sin moverse, con la mirada clavada en la pantalla y el corazón latiéndo