—Tanto como quiero correr y envolverte con mi cuerpo y devorarte, Tina, tengo claro que quiero disfrutarte y lograr que vivas y sientas esta experiencia como la más hermosa y completa de tu vida.
—Lo será. Estar aquí, contigo, ya lo es. Esta… conexión, esto que tenemos…
—No lo podría haber definido mejor—Jace avanzó hacia ella y la tomó por la cintura, pegándola a sí, haciéndole sentir su erección, pero también poniendo su piel en contacto—Esta conexión es física, y la vamos a potenciar y disfrutar, pero también es emocional. Tú y yo, ahora, somos presente, somos pasión y deseo. No hay pasado, no hay después. Quiero que te concentres en sentir.
Sus dedos trazaron el contorno de su rostro y la besó con ansias, para luego darla vuelta entre sus brazos y fundirla contra sí, haciéndole sentir su virilidad entre sus glúteos, mientras sus manos la recorrían con morosidad extrema.
—¡Jace!—gimió ella, posando su cabeza en el hombro masculino, los ojos cerrados.
Jace buscó respirar con ritmo y