CAPITULO 81 Deja esa imagen de seductor conmigo, Kaleb.
Jace parecía tener problemas de autoestima, esa era la única explicación para que no pudiera verse como lo hacía el resto del mundo. Era un hombre hermoso, seductor, con una profesión en la que brillaba, con dinero. Podía hacer y ser lo que quisiera. Y sin embargo él se mostraba sensible y expuesto, no dudaba en decirle con franqueza los que consideraba sus defectos y problemas. Y la rodeaba y agasajaba con sus palabras y sus intenciones. Las lágrimas anegaron sus ojos y se sintió afortunada de contar con él.
Tal vez ella podría hacerle tanto bien como él a ella. No podía seguir mirando atrás con tristeza y dolor cuando tenía frente a sí a un verdadero hombre que la invitaba a caminar juntos, a conocerse y a confiar. No cualquier persona, además, sino el hombre con el que se imaginó por mucho tiempo. El protagonista de sus deseos y de sus fantasías. Era momento de ser valiente y tomar las riendas de su vida.
JACE: No tiene que ser algo forzado. Avancemos de acuerdo a lo que sintamos.