—Ella no dijo nada. No les avisó ni pidió su respaldo. Tal vez la historia hubiera sido otra. Su situación luego del ataque debe haber sido extremadamente vulnerable. Al bastardo no le pasó nada. La pobre chica tenía que verlo todos los días. No quisiera estar en su posición. Las víctimas sufren mucho. Los procesos posteriores son abrumadores, invasivos. Accedí a su testimonio y a los argumentos de los abogados. Son… terribles. Y algunos posteos en redes sociales fueron de una crudeza espantosa. Es increíble que haya soportado dos meses después de eso.

—Envíame todo.

—Jace…

—Quiero leerlo, Jeff. Quiero conocer cada punto. Y quiero que busques todo lo que puedas de ese hombre. De su familia. Cada detalle de su vida.

Hablaba bajo, pero su tono evidenciaba la furia que sentía.

—Me estás asustando, Jace.

—No te preocupes. Tú mejor que nadie sabes lo poderosa que es la información. Ese hombre va a lamentar lo que le hizo a Tina. No tengo claro cómo ni cuándo, pero lo hará.

—No puedo decir