Había sido así al comienzo, su intención había sido la seducción. No importaba cuánto la hubiera ayudado en su negocio, él tenía claro que su objetivo al perseguirla había sido explorar su lado sumiso y coronarse como el dominante que lograba el premio mayor. En su cabeza eso había tenido sentido. Irónicamente creyó que escapar a tiempo de la situación con la excusa de no lastimarla lo preservaría y permitiría que ambos siguieran viviendo como lo habían hecho antes de conocerse.
No obstante, tras casi quince días de silencio y de no verla, lo único que Kaleb sentía era carencia, desconcierto. La sensación de haber perdido aquello que daba sentido a su todo. Creyó que Casie le haría las cosas más difíciles, y eso le daría justificación a la retirada. Un comportamiento de persecución; que ella le enviaría mensajes, que procuraría verlo, que exigiría explicaciones, que suplicaría.
Pero en la desconexión y la falta de comunicación él sintió un vacío que lo golpeó como un mazo. Probablemen