No me vengas con la excusa del amor que te abandonó porque vomito aquí mismo—elevó el tono.

Había momentos en que quisiera dar de puñetazos al cabrón para llevarle razón al cerebro. Es que ese aire de virtud contrariada lo enervaba.

—No, si yo ya sé que esto de amar no va contigo. Para tu información, no estoy en el pasado. Todos parecen pensar que sigo atado a Liz y no, no lo hago. Dejó de importarme hace mucho. Pero no me conformo con poca cosa, como probablemente te pasa a ti que sumerges tu pito en cualquier agujero disponible.

—¡Qué grosero!

Le divertía, molestar a su hermano, pero la descripción, nada novedosa, hoy lo molestó. Claro estaba que Jace no hablaba de Casie, mas de todas formas sintió disgusto. Se puso serio y lo encaró:

—Te equivocas sobre mí, Jace. En este momento tengo un ligue que me tiene entusiasmado. Nada duradero, pero sí más interesante de lo habitual.

—¿La conozco?

—No, no, lo creo. De todas maneras, no importa.

No quería a sus hermanos metidos en sus asunto