Bajo Sospecha
Los gritos de los periodistas se oían como una marejada lejana cuando Callum llegó a la entrada trasera del edificio. Se había escabullido entre muros, cajas y callejones húmedos, como un ladrón en vez de un CEO. Su respiración era pesada, no por el esfuerzo, sino por la adrenalina. El caos afuera estaba por estallar, pero lo único que importaba era Aurora.
Subió los cinco pisos por las escaleras de servicio, evitando cámaras, evitando ascensores. Cuando llegó al apartamento 5B, se detuvo un segundo para recuperar el aliento.
Entonces golpeó.
- Aurora. Soy yo. Callum. Abre. Por favor.
Hubo un largo silencio.
Luego, pasos rápidos. Un cerrojo girando.
Y la puerta se abrió solo lo suficiente para que apareciera un rostro furioso.
Harper Lane.
Vestía ropa de casa, su cabello, de color negro azabach