Zaneth:
No sé qué sucede...
Me han sacado de el sitio en el que estaba y me han conducido a otro lugar. A mí alrededor hay chicas riendo y comentando entre ellas en lo que me quedo de pie.
—Es bonita, pero demasiado delgada.
—Oh, mira lo largo que tiene el cabello. ¡Le llega casi a las nalgas y es precioso!
Una se me acerca, metiéndose en mi espacio personal y me olfatea.
—¡Huele rico! Cómo a caramelo.
—Pfff, pero no tiene material para ser una mujer de la mafiya. No es más que una pobre ciega.
—Ay, Fedora, no logras ocultar tus celos. No soportas que nuestro heredero a Don no tenga suficiente contigo.- se burla una, en lo que siento manos sobre mí cabello. Lo acarician y tiran de el, como olfateándolo.
¿ Que demonios está sucediendo aquí? Ellas han…han dicho algo…
¿Dijeron la palabra mafya?
—No soy como tú, Bela. Eres la más antigua de nosotras y no fuiste capaz de mantener a nuestros hombre completamente satisfecho. Por eso busco a las gemelas y luego a mí.
—¡Ya basta!-