5. Un intento de huida
Llegué a mi apartamento con una sola cosa clara en mi mente: tenía que largarme de Nueva Orleans. Inmediatamente.
No importaba si Sebastián realmente había matado a Harold o si solo lo estaba imaginando. No importaba si Andy tenía "simpatías" peligrosas o si Logan estaba siendo paranoico. Lo que importaba era que mi vida perfectamente organizada acababa de convertirse en una zona de guerra sobrenatural, y yo no tenía ningún interés en ser víctima colateral.
Saqué mi maleta más grande del closet y empecé a empacar. Ropa para una semana, documentos importantes, todo el dinero en efectivo que tenía. Mi laptop, cargador del teléfono, medicamentos. Lo esencial para desaparecer por un tiempo hasta que pudiera averiguar qué hacer a largo plazo.
Tal vez podría mudarme a Houston. O Atlanta. Algún lugar grande donde pudiera perderse entre la multitud y trabajar como contadora anónima para siempre. Algún lugar donde los vampiros no tuvieran "acuerdos territoriales" que requerían mi participación