Capítulo 44
Ginevra sonrió ante aquellas palabras de Laurent, una mujer como esa que describía con tanto orgullo, no era más que una mosca muerta demasiado estúpida para entender cómo funcionaba el mundo, por supuesto, el dinero lo era todo, por ello solo buscaba al mejor postor, aquel que fuese capaz de pagar