— ¿Como me veo? — preguntó Ale visiblemente nerviosa.
Victoria sonrió.
— Te ves preciosa, hasta yo quiero casarme contigo. Laurent realmente es un hombre muy afortunado. — le aseguró.
Alessia soltó una carcajada ante las palabras de su querida amiga, y toquidos en la puerta las sacaron de sus risas.