Eros era un alfa prepotente, lleno de egocentrismo y sin nada de pudor, mientras que ella era su único deseo. Gea era una humana corriente que había sido abandonada y encontrada por lobos, se había mantenido en secreto el hecho de que era mate del alfa, pero todo sale a la luz y cuando eso sucede muchas cosas se descubren. Su único deseo era ella y el único secreto de ella era ser la mate del alfa, hasta que aparece Isa, la pareja de Xel y hace que muchos secretos mas salgan a la luz.
Leer másYo era humana, una corriente, sin ningún poder, sin nada en especial pero sí con una gran marca y un peso en la espalda.
Era la mate del alfa pero él no lo sabía, vivía en su manada como la acogida de una familia lobuna que me encontró cuando yo era una bebé, tan pequeña, tan frágil, ellos eran mis padres.
Estaba por cumplir los diecinueve, pronto saldría de la manada aunque ese no era mi deseo, me había acostumbrado a las personas aquí. Nadie me rechazaba, todos me aceptaban pero alguien si odiaba mi persona y esa persona era el rey vampiro, ¿La razón? No la sabía pero si sabía que cuando Eros se diera cuenta de que yo era suya me protegería con su vida, y entre vivir a su lado o vivir sin que él lo supiera no sabía que me daba más miedo.
Tiempo después. —¿Me amarás si te digo que te gané? —Una mirada coqueta fue hasta donde estaba Eros. Él sonrió. —Te amaría más sin ropa —Dijo coqueto, Gea sonrió y se sacó la blusa. —Pues ámame —Ella se lanzó hasta él, se habían empezado a besar y la ropa había empezado a desaparecer rápidamente. —¿Por qué no sale este sostén?—Se quejó Eros, su paciencia era muy poca, cosa la cual logró hacer que sonriera y soltara un grito de sorpresa. Él había arrancado el sostén. —Vamos, hazlo rápido —Gimió ella, arañó su espalda acercándose más él. —Espera un pocogata —Ella se carcajeo con el apodo.
Al salir por la parte en la que entró, suspiró. Las personas tras ella la miraban atentamente, se veía diferente, ella pareció haber madurado por segunda vez. Su postura era diferente y su nueva habilidad era un tanto, sorpresiva. Sí, ella había practicado en la manada, pero el resultado no era el mismo que veían ahora.—Vaya, mira lo que tenemos aquí —La voz de Isa llegó a sus oídos, Gea la miró mal inmensamente.—Klaus, no... —Susurró Gea, él estaba al lado de Isa.—Lo siento —Pero no parecía haber sentido el perdón que decía.—¿Todo este tiempo ha sido tu plan?&mdas
La mirada de ella estaba puesta en Klaus, este la miraba fijo. —¿Cuál es tu plan? —Él se sentía curioso, habían llegado juntos a su actualidad, al mundo en que vivía Gea y ella lo había abandonado casi un día completo, evidentemente estaba en los planes de ambos liberar a Analí, Eros, Xel y los demás. Por supuesto que sí. Aquello era lo primordial para lograr detener a Isa. —Debemos liberarlos a todos, necesitamos la mayor ayuda posible. —Respondió ella, llevaban varias horas vigilando y no habían obtenido nada. —¿Crees que podremos conseguir algo? —Cuestiono Klaus—No puedo creer que este en alianzas contigo, debería estar planeando como revivir el alma de mi Vanessa. —Gea lo miro de forma gélida. —Creí que eso había quedado claro
Recuento.Eros se había vuelto loco. Tenía unas ganas intensas de matar a Xel y a Gray. Por su culpa eso había pasado, tal vez solo tal vez si ella no hubiese escuchado eso no se hubiese ido."—No podías evitarlo, Eros. Ella no tiene poderes para irse, alguien se la llevó —"Le habían repetido esas palabras, una y otra vez, pero se negaba a crearles aunque muy en el fondo sí sabía que eran ciertas. Y eso empezó a tomar muchísimo más peso al pasar los días y ella no estar ahí.Los primeros tres días se creó una
—Una vez mas —La mirada de Klaus Darknes estaba en ella. Aquel día era el uno, la decisión de dejar ir a Vanessa aun seguía en proceso, la amaba y era difícil que la dejase ir. No se imaginaba una vida sin ella. Aunque literalmente ella no estaba con él en ese momento.Gea le había propuesto ser un integrante de aquella manada, pero siquiera se imaginaba lobos y serpientes juntos. También le había mencionado conocer nuevas personas y eso seria imposible. Estaba atrapado en aquella dimensión, podía salir de vez en cuando, pero no podía durar mucho tiempo y su apariencia también era extraña.—¿Puedes cerrar la boca? —Gritó la humana enojada. La mirada penetrante de ella fue hasta él, este apretó la
—¿Me vas a enseñar?—¿Quieres aprender?—¿Dejarás de responderme con otra pregunta?—¿Lo harás tú?—¡Klaus!—¿Sí, Gea?La mirada de ella fue fulminante, él se carcajeó haciendo que esta apartara la vista. Ambos llevaban casi un día juntos y no como si fuesen los mejores amigos del mundo, pero sí habían entrado en confianza –solo un poco.–—Deberías decirme todo para que logre entender. —Dijo esta.
Último capítulo