Se había sentido convencida de la respuesta, hasta que estuvo realmente frente al monstruo con rostro de mujer.
Miró a Grace a los ojos y soltó las tres palabras con una seguridad que estaba muy lejos de sentir.
— Una rosa blanca.
La vampiresa le dedicó una enigmática sonrisa de lado y contestó con una sola palabra.
— Izquierda.
Alana parpadeó un par de veces confundida, antes de entender que debía formarse de ese lado.
Maldita. Los iban a hacer esperar hasta que terminara el tiempo para decirles el resultado.
Podría parecer que dos minutos no eran nada, pero sólo las personas que se han enfrentado a situaciones de vida o muerte, como ella, entendían lo relativo que podía ser el tiempo.
Unos segundos después Darío se reunió con ella, lo habían enviado también a la izquierda. Bueno, al menos pa