Sofía se quiso arreglar un poco más para ir a llevar a sus hijos, Estrella e Ismael, al colegio. Eso era un acto normal del día a día, pero esa mañana quería estar más guapa, posiblemente porque Jorge, el que fuera el tutor de su hijo, la iba a ver.
—Mami, que guapa estás —dijo Estrella.
—Gracias hija, muy normalita, princesa.
—No mamá, estás fantástica y no me importaría ser tu novio — intervino Ismael dándola un abrazo.
—Gracias hijos, sois estupendos. Vamos, que llegamos tarde.
Les montó en el coche y partió en dirección al colegio. Llegó un poco antes para hablar con los tutores de sus hijos antes de que empezaran las clases.
Primero fue a hablar con la tutora de Estrella que resultó ser una vieja amiga de hacía tiempo.
—Hola Esmeralda, qué sorpresa, c