El señor Córdoba tomó su lugar en el podio y la sala quedó en silencio. La ira irradiaba de él, pero no estaba segura si se debía a mi arrebato o por alguna otra razón.
—Gracias a todos por llegar aquí puntualmente y me disculpo por las molestias que esto les haya causado, pero este es un asunto que no puede esperar. Esta mañana he tenido que suspender a tres de nuestros estudiantes, y no dudaré en suspender a más si es necesario. Sé que los rumores que circulan por la escuela pueden ser preocupantes para algunos, y emocionantes para otros. Puedo confirmar que sospechamos firmemente que el lazo ha sido activado entre nuestra nueva estudiante, Julia Blanco, y uno de nuestros estudiantes no vinculado previamente, Teo Enríquez, aunque todavía no tenemos pruebas definitivas sobre eso.
—Sin embargo, no toleraré que estudiantes no vinculados intenten activar el lazo deliberadamente. No está permitido andar por ahí manoseando a otros estudiantes, especialmente cuando no es una acción bienven