Mundo ficciónIniciar sesiónLuna, una joven estudiante y trabajadora, reemplazará a su mejor amiga en un trabajo que le traerá una experiencia muy bonita, de ella surgirá el amor, pero todo se derrumbara al momento en que su mentira sale al descubierto.
Leer másEl sol brillaba alto en el cielo mientras Luna se dirigía hacia la guardería donde trabaja, con la mente llena de pensamientos sobre su próxima semana en la universidad. Sin embargo, su día casual se vio interrumpido por la llegada repentina de su amiga, Roberta, con una propuesta inesperada.
Roberta, con su espíritu rebelde y su personalidad enérgica, se acercó a Luna con una sonrisa traviesa en el rostro. Había reconciliado con su novio y tenía planes para pasar tiempo con él, lo que significaba que no podría cumplir con un trabajo privado e importante que le habían ofrecido. Sin embargo, en lugar de rechazar la oferta, Roberta tenía una idea diferente en mente: que Luna la reemplazará.—¿Qué haces aquí? te podrías derretir por los rayos del sol— Luna se burla de su amiga que suele dormir todo el día y solo sale de noche.—Necesito un gran favor, no puedes negarte por favor— Roberta caminaba a paso rápido detrás de ella.—Si es dinero, te lo digo desde ahora mismo, no tengo y es lo que más me hace falta, debo pagar mi última matrícula y las cuentas este mes no me dan, estoy así de vender mi cuerpo si es necesario— ella lo dijo en son de burla, era una breve metáfora que no iba con su vida.—Si lo que necesitas es dinero, te prometo que con esta propuesta podrás pagar todas tus cuentas y aun así te sobraría—Luna se frenó en seco, necesitaba realmente dinero, pero sabe que el dinero fácil es difícil de conseguirlo, debe de sudar para al menos conseguir unos cuantos dólares extra.—¿De qué hablas? —Roberta vio el brillo en los ojos de su amiga, ahí entendió que ella si podría ayudarla.—Sabes que no me gusta esforzarme por dinero, lo mío es el dinero fácil, entonces he aceptado fingir ser la esposa de un empresario por dos semanas, me reconcilie con Franco y me ha invitado a un viaje de ensueños, ¿podrías suplantarme? —Luna por un momento consideró la propuesta, pero eso de ser la esposa de mentira de alguien no le pareció atractivo, jamás se acostaría con un hombre por dinero, menos lo besaría.—No— ella respondió y siguió caminando.Pero Roberta abusara con la necesidad de su amiga.—Te pagaré por adelantado tres millones—Luna se detuvo nuevamente en seco, eran tres millones de pesos, ella podría pagar su matrícula y los pagos de la residencia en donde vive, además le sobraría de ahí y su pago en la guardería le quedaría libre.—Lo necesito y lo sabes, pero no soy capaz de acostarme con alguien por dinero—Roberta se paró frente a ella.—No lo harás bebé, solo debes fingir ser su esposa, esos hombres son fríos, no demuestran ni una pizca de amor, no es la primera vez que lo hago, dormirán en habitaciones separadas, te prometo que no te hará nada malo, ya he firmado el contrato y si no asisto podría demandarme— con ojitos de gatos en medio de la súplica.Al principio, Luna se quedó boquiabierta ante la propuesta. ¿Fingir ser la esposa de un empresario durante dos semanas? ¿Eso era siquiera posible? Pero la emoción de la aventura y la posibilidad de ganar un dinero extra hicieron que considerara la idea más seriamente.—Esta bien acepto, pero se dará cuenta que no somos iguales, no nos parecemos en nada, yo soy más rellena que tú y más baja——Tranquila, ellos solo han visto mi carta de presentación, no envió mis fotos, vamos te conseguiré ropa de tu talla y botaremos esos trapos de anciana——Oye, me gusta mi estilo— dijo mientras mira su vestimenta.—Si claro, cualquiera al verte sabe que moriras virgen y con muchos gatos a tu alrededor— Roberta se burló de ella.Después de discutir los detalles con Roberta, Luna finalmente aceptó el desafío. Sabía que no sería fácil, pero la perspectiva de sumergirse en un mundo diferente, incluso si solo era por un tiempo limitado, la emocionaba.—Envía la información a mi correo y no vemos luego amiga— ella pronunció sus palabras y corrió a la guardería en donde unos hermosos niños la esperan.Roberta se emocionó mucho y corrió a refugiarse debajo del sol.Los días siguientes fueron un torbellino de preparativos. Luna tuvo que aprender todo sobre la vida y los gustos del empresario cuya esposa iba a fingir ser. Desde su forma de vestir hasta sus hábitos alimenticios, cada detalle tenía que ser perfecto para mantener la fachada. Roberta la guío en cada paso del camino, compartiendo sus propias experiencias y consejos para ayudarle a navegar por esta nueva identidad.emprendió con una mezcla de nostalgia y alivio. Aunque había sido una experiencia desafiante, había aprendido mucho sobre sí misma y sobre el mundo que la rodeaba. Y mientras regresaba a su vida cotidiana en la guardería y en la universidad, llevaba consigo un nuevo sentido de confianza y determinación, listo para enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera traer.Mirando a la mujer frente al espejo, ella se quedó impresionada, Roberta le había reemplazado todo su atuendo por uno de mujer elegante, además la había llevado a depilar todas sus partes, ahora era una hermosa mujer con hermosas cejas que dejaban al descubierto sus claros ojos color a miel.—Eres perfecta amiga, ese hombre caerá rendido a tus pies— Roberta está encantada con la nueva mujer.—Dijiste que no habría contacto físico— asustada por las palabras de su amiga.—Y no lo habrá, solo te estoy molestando——Mas te vale, mira que me estoy jugando el trabajo en la guardería, por primera vez he mentido, me a tocado inventar que mi madre está enferma y tendré que viajar——Jajajajaja quien te viera, pero bueno, te dejo, y ya sabes, ahí tienes la dirección en donde te recogerán, relájate y confía en ti—Roberta abandonó a su amiga que no deja de mirarse frente a su espejo, ¿Dónde estaba esta mujer escondida? Nunca se dio cuenta de lo hermosa que era, solo se dedicó a sacar sus estudios adelante.Paul Santoro siempre había sido un hombre fuerte, decidido, casi duro de entender para quienes no conocían lo que realmente había detrás de su apellido. En el mundo empresarial lo respetaban, no solo por su inteligencia, sino por su ambición. Había escalado tan rápido que muchos todavía se preguntaban cómo lo consiguió. Pero lo que nadie sabía, o al menos nadie imaginaba, era que ese mismo hombre, temido y admirado, estaba roto por dentro. Su mundo, ese que había construido con tanto esmero, se vino abajo en cuestión de días, casi sin aviso. Primero fue Lisa, su hermana. Paul no entendía cómo, por qué, ni desde cuándo había tomado la decisión de huir. Simplemente un día ya no estaba. Su ausencia dejó un vacío en él que le costaba aceptar. Siempre creyó que podría protegerla de todo, incluso de sí misma, pero al final ni siquiera pudo retenerla en su propio hogar. Aun recuerda cómo ella no lo reconoció, como ella siento atracción por él, todo por aquellas sustancias, sus palabras
Varios días habían pasado, en todos los personajes habían muchas emociones encontradas, perdidas y dolor en sus corazones. Mirando a través de la ventana, Luna estaba concentrada con una taza de té en ella. —¿Has pensado en buscar trabajo?— la voz detrás de ella resonó con el recuerdo de los años. Su madre, una mujer de avanzada edad tejía una hermosa manta. —Por ahora quiero estar contigo, acompañarte— volteo y se encontró aquellos ojos marrones, los mismos que de pequeña le dieron tanta seguridad. Un pequeño pinchazo hizo que su madre soltara un quejido, —¿Estás bien?— pregunto acercándose a ella, preocupada por la persona que más ama en esta vida. —Estoy bien hija, no debes de preocuparte, tú descansa que veo muchas ojeras en tus ojos ¿No estás durmiendo bien?— Una madre siempre sabe cuando los hijos sufren y Luna estaba arrastrando con unas cadenas invisibles, pero tan pesadas como el plomo, incapaz de confesar todo lo que había acarreado la desicion de tomar el lugar
Bruno llegó a la pequeña casa en medio de la nada, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación. La casa, aunque modesta, era acogedora y estaba bien equipada, lo que le daba cierta tranquilidad. Había elegido ese lugar con cuidado, sabiendo que sería el refugio perfecto para proteger a Lisa mientras se recuperaba. No había vecinos, solo vastas extensiones de vegetación que les proporcionaban el aislamiento necesario para mantenerse a salvo.La ambulancia que había transportado a Lisa se detuvo frente a la casa, y Bruno rápidamente salió para recibir a los paramédicos. Les agradeció con un asentimiento antes de abrir la puerta trasera y con cuidado, cargó a Lisa en sus brazos. A pesar de su cuerpo débil, ella se aferró a él con la poca fuerza que le quedaba, confiando completamente en Bruno para su protección.—Estamos aquí, Lisa —murmuró mientras la cargaba hacia la entrada de la casa—. Este lugar es seguro. No dejaré que nadie te haga daño—La puerta se abrió, y dentro de la casa,
Paul se encontraba solo en la habitación del lujoso hotel, perdido en sus pensamientos. El silencio de la noche se mezclaba con el ruido de sus recuerdos, haciéndolo sentir más solo que nunca. Había tomado una decisión, una que sabía que cambiaría todo. El dolor que sentía en su pecho era insoportable, pero necesitaba enfrentar sus demonios, cerrar capítulos y, finalmente, decir adiós.Tomó su teléfono y marcó el número de su asistente, pero después de varios intentos fallidos, supo que Bruno no respondería. Seguramente, él también necesitaba tiempo para lidiar con la situación. Sin más opciones, decidió dejarle un mensaje: “Tómate unos días de descanso. Vuelve cuando estés listo. Yo también lo necesito”Paul sabía que su regreso a la ciudad no era solo para poner todo en su lugar, sino para asistir al entierro de Roberta. No quería que su madre o Bruno supieran de sus verdaderas intenciones. Roberta había sido un torbellino en su vida, una mujer que lo había engañado, pero a la vez,
El amanecer llegó tan rápido como la noche había caído, trayendo consigo una nueva realidad que Paul no estaba preparado para enfrentar. La noticia de la muerte de Roberta había golpeado su corazón como un mazo, dejándolo frío y vacío. Se negaba a saber más sobre ella, a excavar en los detalles de una vida que ya no tenía sentido. Roberta, la mujer que lo había cautivado, estaba muerta, y para él, todo lo relacionado con ella debía morir también.Paul apagó su teléfono, cerró las cortinas y se dejó caer en la oscuridad de su habitación. No quería pensar, no quería sentir. Roberta se había llevado con ella una parte de su alma, y lo que quedaba no era más que un cascarón vacío. La única forma en que podía sobrellevar el dolor era encerrarse en sí mismo, negarse a todo lo que alguna vez había sido importante.Pero mientras Paul se sumía en su dolor, Bruno no estaba dispuesto a dejar las cosas así. Había algo en esa noticia que no cuadraba, algo que no dejaba de martillar su mente. Conoc
El sol apenas comenzaba a desaparecer en el horizonte, bañando el cielo de tonos anaranjados y rosados. Roberta y su novio, se encontraban en la cima de su propio mundo, flotando en una nube que solo ellos podían ver y sentir. Las risas y los susurros llenaban el ambiente, mientras ambos se dejaban llevar por el efecto de las sustancias ilícitas que habían consumido horas antes. La habitación estaba bañada en una luz cálida, las cortinas ondeaban suavemente con la brisa que entraba por la ventana entreabierta, y en el aire flotaba una mezcla de dulzura y peligro.Roberta se acurrucó más cerca de su novio, su cabeza reposando en su pecho, sintiendo cada latido de su corazón como si fuera el suyo. Ambos estaban perdidos en su propio universo, abrazados y riendo, ajenos a la realidad que los rodeaba. Los ojos de su novio, normalmente brillantes y llenos de vida, ahora se mostraban vidriosos, casi ausentes, mientras sus manos acariciaban el cabello de Roberta de manera lenta y repetitiva.
Último capítulo