MARCO
Después de haberme follado a la que aún era mi esposa, ya que yo no firmé el divorcio, no me sentí bien, ya que lo que le dijo mi amigo, me hizo sentirme como un cerdo. Alice me anaba, lo sabia, pero yo tenia que ser el ofendido, el cornudo como se llama, el idiota, ya que mi esposa nunca hizo nada de lo que no me sintiera orgulloso, Cuando terminamos de cenar mis amigos y yo, nos marchamos del restaurante a un Club, de mujeres faciles, nada mas entrar nos sentamos y no tardaron las putas que alli dentro habian en acercarse a nosotros, comiendome una de ellas mi boca, pero no pude, tenia que buscar a mi mujer, y admitir que era un cabron delante de ella para que me perdonara
— Os dejo, mañana trabajo, que lo paseis muy bien — les dije a mis amigos
— Vamos Marco, no nos digas que esa putita te ha jodido la noche — me dijo uno de mis amigos
Le cogi de las solapas de su chaqueta, con furia levantando del asiento a mi amigo
— No te consiento que hables así de mi esposa, ¿me oyes? no