William y su amigo el abogado, estuvieron hablando durante un largo tiempo, pero sin soltar mi mano el amor de mi vida, hasta que por fin se quedaron los dos mirandome como si quisieran decirme algo mas
—- Alice, ¿te llegaste a divorciar de ese doctor Torino? — pregunto
— Si, pero a poco tiempo, él quiso que nos volvieramos a casar — respondí
— Esta bien, entonces habra que solicitar otra vez el divorcio, pero tranquilos que yo me encargare de todo, ya que la esposa no puede declarar contra el marido y eso no nos conviene ahora — nos comentó
— No creo que demore todo esto mucho, quiero hacer a Alice mi esposa cuanto antes, la necesito a mi lado — le dijo William
— No tranquilo, estos casos son a veces rápidos y más cuando ha habido maltrato y violencia de género por enmedio — nos dijo el abogado
Nos levantamos los tres, chocando sus manos William y el abogado, dándome un beso en la mano. Nos marchamos de su despacho hacia el garaje donde William aparcó su coche, para volver a nuestra