― ¿Qué? ― mis ojos se abrieron de par en par. No podía creerlo.
― Sí. Intentamos acercarnos para ayudarte, pero era imposible. Tu magia era tan densa que nadie podía tocarte. Entonces Félix sugirió usar el collar… y fue eso lo que detuvo la transformación.
― Entiendo ahora… ― murmuré. ― Fue entonces cuando el Rey Druida apareció. Me ayudó a comprender muchas cosas… disipó parte de la oscuridad dentro de mí. También me dijo que debía ir a la reunión. Que allí podría encontrar las respuestas que estoy buscando. Debo hacerlo, Gale… Solo así sabré cuál es mi camino.
― ¿Estás segura? ― Gale me miró con preocupación. ― No sabemos qué nos espera. Podría ser una trampa.
― Lo sé.
― Tu familia estará allí. Tendrías que enfrentarlos. Además, seguimos siendo fugitivos. Podrían intentar apresarnos… a todos.
― Lo entiendo… Pero esta vez no estaré sola. Y tampoco soy la misma que huyó de la Ciudadela. Gracias al Rey Druida, entendí muchas cosas. Ya no me derrotarán tan fácilmente.
Lo dije con firmeza