Una vez reunidos en la sala, Camila y Leonard no podían dejar de mirar a Maximilian, todavía creyendo que era parte de su imaginación. Desde que Amelia escapó de la vida de Maximilian, ellos rompieron el contacto, una decisión que tomó el propio Maximilian. Schneider se daba cuenta del revuelo que causaba en los padres de su exmujer, y por eso una sonrisa interna se dibujaba en su rostro.

—Todavía me sorprende mucho que estés frente a nosotros. Queremos saber qué es exactamente lo que está pasando, esa razón por la que has venido hasta aquí y por la que me has contactado después de tanto tiempo.

—Veo que tiene prisa, señora Williams.

—No es así. En realidad, estoy un poco desconcertada porque no sé qué tan importante sea la noticia que me va a decir.

—Bien —dijo el hombre, adoptando una expresión seria y dejando la bebida que le ofrecieron en el centro de la mesa. Alternó la mirada entre ambos—. Hace algunos días, exactamente una semana, Amelia ha regresado.

Al escuchar esas palabras,