Días después...
Ella mantendría el secreto delante de los demás, sin embargo, sabía que no podía esconderse en su escritorio para siempre. Tenía que tomar una decisión y decirle la verdad a Alessandro por muy difícil que fuera. Con un profundo suspiro, Sofía se secó las lágrimas.
Pasó el resto del día en la oficina con una sensación de nerviosismo constante en el estómago. No podía apartar de su mente el hecho de estar embarazada.
Mientras trabajaba en sus tareas, intentó mantener una actitud normal y profesional, pero se sentía distante y desconectada de todo lo que la rodeaba. Incluso Alessandro, parecía estar en otro mundo, y apenas hablaban entre ellos.
Después de un largo y agotador día de trabajo, Sofía finalmente pudo irse a casa y tratar de descansar. Mientras se duchaba y se preparaba para acostarse, se sintió abrumada por una ola de emociones confusas. Estaba asustada por el futuro y lo que significaba ser madre, especialmente en una situación tan complicada como la suya. P