Capítulo 08
Pero nadie los peló.

Hasta mi mamá se encabronó, y les dio varias patadas con ganas.

En el camino a la casa, mi papá y mi mamá por fin entendieron qué tan mal me habían juzgado antes.

Querían pedirme perdón, pero se les hizo un nudo en la garganta, pensaron ellos.

El daño que me hicieron era demasiado grande, no importaba cuántas veces dijeran "perdón", no podían arreglarlo.

Cuando la Susana supo que habíamos ido con mi mamá adoptiva, lo primero que hizo no fue preocuparse de que a sus papás biológicos los metieran al bote.

Sino ponerse a chillar y aventárseles encima a mis papás:

—Papá... ¿qué te dijo esa?

Tenía miedo, miedo de que mi mamá adoptiva hubiera soltado la sopa, miedo de que yo cantara toda la verdad, y que su imagen de "niña buena" que tanto cuidaba se viniera abajo por completo, pensó ella.

Mi papá, al verla así, se rio de puro coraje, luego bajó la cabeza y aplaudió, con una voz fría que calaba:

—¡Muy bien! ¡De verdad que digna hija de tu madre! ¡Y todavía en estos momen
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP