UN PAR DE HORAS ANTES:

Rashel miraba por la ventana del auto, mientras quede su sobrina hablaba sin parar sobre la llegada de sus hermanitos y llena de emoción.

—Ya quiero conocerlos, tía. ¿Me dejarán cargarlos?

Ellos se habían enterado que a Satarah se le había adelantado el parto porque Dimitry había llamado a su padre y a Valerik.

El último era quien estaba conduciendo para llevar las ambas a la clínica donde tenían a Satarah pues su padre ya estaba allí junto a su madre.

—Seguramente que lo harán, cariño.

Ava asintió sonriendo mientras seguía parloteando.

A su lado Valerik conducía en silencio pero la tensión entre ellos era palpable, cuando el auto giró, Valerik rozó sin querer un poco de la piel de la pierna de Rashel y ella sintió el cosquilleo no solo en el sitio, sino también en su vientre, aquellas tontas mariposas que ya debían haberse extinguido pero por más que lo intentaba simplemente no podía deshacerse de ellas.

Rashel le lanzó una mirada de reojo a Valerik pero él par