14. ¿Cómo pude ser tan atrevida?
Dimitry termina de desnudarse y coloca una toalla alrededor de su cintura antes de ir a servirse un vaso de whisky que no dudó en vaciar rápidamente. El alcohol le quema la garganta pero eso poco le importa mientras mira a la mujer sobre su cama.
Quiere acercarse a ella pero sabe que si lo hace puede que no se controle.
Pasó una mano por su cabello, ansioso. Aunque se corrió cuando vio a Satarah hacerlo, seguía jodidamente duro por ella. La deseaba.
Dejó el vaso sobre la encimera y tomó su teléfono marcando a su Vory.
—¿Está listo?
—¿Piensas matarlo? Es un civil —indagó enseguida Valerik.
Su mejor amigo no tenía idea de que al hijo de perra que iba a torturar había cruzado la línea. Él no le permitiría a nadie hacerle daño a su mujer. Incluso aunque Satarah solo estuviera con él por ese maldito contrato.
—Un civil que se atrevió a tocar lo que es mío. Prepara mis herramientas, voy a hacerlo sufrir incluso peor de lo que quería hacerle a mi mujer.
Valerik por un segundo se quedó en sil