Al día siguiente
Por orden de Harding, me levanto temprano y me visto para salir de compras. Cuando creo que solo vamos a hacer eso, entramos a tres boutique y sirviendo como modelo de cada conjunto que a Harding le llama la atención, se terminan comprando más de siete conjuntos de ropa.— Dime que ya vamos a descansar. — Claro que lo haremos, vamos a desayunar en un restaurante muy increíble de París — dice Harding y yo asiento satisfecha al poder comer algo más que té. — ¿Qué hora eso? — Son las nueve de la mañana. — responde Harding y yo lo observo confundida.— Debe ser más tarde. Llevamos más de tres horas en esto de la ropa.— Bueno, mande a abrir a las cinco de la mañana esto. Por lo que, desde esa hora estamos en el centro comercial. — Vaya, ¿Cómo no me di