Decidida a no dejar que alguien dañe mi día en París, subo al auto seguido de Harding y pido que me lleven a otro lugar interesante. Después de todo, debe haber muchas cosas emocionantes en la ciudad del amor.
— ¿Quieres ir a la torre Eiffel? — me pregunta Harding. — ¿No tienes trabajo que hacer?— Bueno, eso puede esperar, seria agradable que vayamos a disfrutar un poco de París. — No es necesario y no, no deseo ir a la torre Eiffel.— ¿Qué hay del arco del triunfo? — pregunta Harding — Tampoco.— ¿Desear al museo o la basílica?— No quiero — susurro.— Miley, si no quieres ver ninguno de los lugares increíbles de París, ¿para que viniste?— Te equivocas, muero por conocer esos lugares, pero no contigo. Lo que deseo es que cuando cree recuerd