El tiempo pasa y cada minuto, hace que mi esperanza puesta en que él me buscaría, desaparezcan. Sin más que hacer, respiro profundo y me levanto de la silla. Huir no va a solucionar nada y la verdad, tampoco me ayuda a encontrar alguna solución.
— Señor Parker, vamos a casa. Quizás este disponible para hablar conmigo. — digo y él duda.— ¿Puede esperar un momento? — ¿Por qué?— Ya viene en el ascensor. — informa y yo abro mis ojos sorprendida.Esta aquí, vino a buscarme. No todo está perdido. — me digo mentalmente mientras el señor Parker, camina hacia la puerta por la que entramos. Cuando abre la misma, el frío me invade y yo me abrigo dando la espalda para despejar mi mente y tener el valor de hablar con él sin que algo me afecte. El ascensor suena anunciando su llegada y yo trago duro, para des