Días despuésHarding se había salido con la suya. Había ido por mí cada día a la casa de los Stewart, para que escogiera con él, la comida que se serviría y toda la decoración e incluso, donde seria la luna de miel.Básicamente, estaba organizando de la boda de mis sueños, con el hombre que amaba, pero recordándome constantemente que lo estaba haciendo por mi hermana. Esa que se escapaba a medianoche con un chico diferente para “liberarse” y sus padres, ni siquiera le daban importancia.Respiro profundo, mientras termino de escoger la champaña y los últimos detalles de la boda. Ahora, lo único que faltaba, era el vestido de novia, la única cosa que no necesitaba hacer por mi hermana, era el vestido. Porque según mi madre, eso sí era mal augurio si alguien más se lo colocaba. Por eso, terminaba los detalles que faltaban, para por fin, marcharme de tanto ambiente matrimonial, siendo una soltera eterna.Que golpe bajo para una chica soltera — digo decepcionada.— Creo que con esto hemos
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