60

Después de pasar prácticamente el día en la playa, Théo llevó a Maia al antiguo barrio donde ella vivía, en busca de encontrar dos testigos que pudieran ir a la audiencia. Aprovechando que estaba con Lis, dejó que la niña viera y jugara un poco con sus antiguas amiguitas. Théo se mostraba muy comprensivo y sin prisa.

Cuando llegaron a la mansión, todos cenaron sin la presencia del señor Joaquim, que, según uno de los empleados, se había encerrado en el cuarto y estaba de mal humor. Théo fingía ignorar el cambio de ánimo del abuelo. Sabía que Joaquim solo estaba haciendo berrinche, como un niño mimado.

—Voy a poner a Lis a dormir. —Maia dijo después de la cena, saliendo con la pequeña en los brazos.

—Buenas noches, tío.

—Buenas noches, princesa.

Después de dejar a la niña en la cama y esperar a que se durmiera, salió del cuarto en dirección al suyo, pero un ruido de la puerta del cuarto del señor Joaquim abriéndose llamó su atención.

—¿Podemos hablar por un minuto? —El abuelo de Théo a
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP