"¿Cómo es que...?", Shayla susurra, mirándome de forma interrogativa, sus ojos sobre los míos. Sonrío, sosteniendo su mirada, con mis dedos enredados en su pelo. "¿Recordaste algo?". Asiento lentamente, y ella sonríe, sus ojos verdes brillando con lágrimas. "Oh, Cole...". Gime y me rodea el cuello con los brazos, abrazándome. Rodeo su cintura con mis brazos, la aprieto contra mí y enterrando mi cara en su cuello. "Te amo, amor de mi vida", susurra, y yo sonrío.
"Vamos", la tomo de la mano, y salimos de la casa encantada y nos reunimos con Aimee y Josh, que ya tenían una mesa y nuestras bebidas. Shayla estaba al teléfono con nuestras madres revisando por quinta vez cómo estaba la bebé. Extraño a Alaia, pero para Shayla, como madre, debe ser aún más duro estar lejos de ella. Shayla vuelve y se sienta a mi lado en la mesa con un suspiro. "¿Alaia está bien?", le pregunto, y ella asiente, sonriendo, frotando sus manos para calentarlas.
"Sí, está bien. Mamá acaba de darle de comer y ahora