Capítulo 53.
—De verdad disculpa la hora Diana, pero no tenía otro lugar donde dejarla —digo apenada, entregándole las maletas de mi hija a la amable prima de William.
—Descuida, sabes que siempre estaré aquí para ayudarte. Además, yo adoro a esta preciosa niña, nos la pasaremos genial mientras mamá no está, ¿No lo crees? —responde Diana, mirando a Lily con una sonrisa.
Mi hija no responde, aferrándose a una de mis piernas, sin querer ir con Diana.
Viendo que necesitamos un momento, la prima de William toma todas las maletas y entra en su departamento, dándome un poco de tiempo con mi pequeña, que no desaprovecho para tomar a Lily en mis brazos y darle un fuerte abrazo.
Esta casi amaneciendo, y sé que no tengo mucho tiempo, pero aun así quiero abrazarla y tranquilizarla, sabiendo lo duro que está siendo todo esto para ella.
Al regresar a Nueva York, afortunadamente pudimos encontrar la mayoría de nuestras cosas en el aeropuerto en el lugar de cosas perdidas de los pasajeros. Tomando todas nuestras