Capítulo 40

Solo entonces Victoria se dio cuenta de algo divertido. Sus cejas oscuras se relajaron lentamente y parecieron especialmente encantadoras a la luz de la mañana.

—Fue una suerte que David Jones quisiera ayudarnos.

—El dinero lo compra todo, hermana. Fue más suerte que él acostumbrara a grabar este tipo de encuentros.

Héctor no dejó de observar perezosamente el alboroto del otro lado de la pantalla.

—Vicky, ¿quieres ver más?

Victoria enarcó una ceja, y lo cierto es que lo estaba deseando.

La retransmisión en directo ya estaba en marcha y, por supuesto, no podían interrumpirla.

Era evidente que los reporteros pretendían encubrir a la familia Aguirre. Los ángulos de cámara ya no eran tan nítidos como durante la cobertura inicial de la boda; captaban sobre todo paisajes inútiles.

Victoria alargó la mano y pulsó unas teclas y, de repente, ¡el enfoque de la grabación cambió!

—¡Vaya, hermanita, tus habilidades son geniales! —exclamó Héctor exageradamente.

—Afortunadamente, el Grupo Aguirre no
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP