46. Segundas oportunidades
POV AIDEN LEFEVRE
Al salir de la casa de mi padre, noté que aún tenía tiempo antes de partir. Había alguien más a quien necesitaba ver, alguien que, sin saberlo, había sido una de las pocas luces constantes en mi vida.
Maggi seguía en la casa de reposo. Sabía que ahora estaba bajo el cuidado del equipo médico de Alessandro, y me alegraba saber que por fin recibía la atención que merecía. Mientras conducía hacia allí, una mezcla de nostalgia y gratitud me acompañaba; ella había sido más madre para mí en pocos años que la mujer que me dio la vida en toda mi existencia.
Al llegar, la encontré en el jardín, sentada bajo la sombra de un roble, leyendo un libro. La luz de la tarde caía suavemente sobre su rostro, y me sorprendió verla tan distinta. Su piel ya no tenía aquel tono pálido de fragilidad, y en su mirada brillaba una serenidad nueva. Era otra mujer.
—Hola, Maggi —saludé, acercándome despacio.
Levantó la vista y una sonrisa dulce le iluminó el rostro.
—Aiden… qué gusto vert