Aunque Hilaria era prima de Rafael, a este no le gustaba mucho esa prima suya que siempre lloraba por cualquier cosa. Y ni hablar de cómo Hilaria se pegaba a Esteban como una enamorada obsesionada.
Rafael, al igual que Bernardo, no soportaba a Esteban; ambos lo veían como un obstáculo en su camino al éxito.
Pero por más que no les gustara, ni los dos juntos podían con Esteban, así que durante años tuvieron que vivir bajo su sombra y su poder.
Los platos que les gustaban siempre terminaban siendo devorados por otros. Si ahora pedían al chef que los hiciera de nuevo, tendrían que pasar mucho rato con hambre.
Rafael se molestó y le dijo:
—¿Por qué lloras? ¿No ves que Esteban te odia?
No solo Esteban odiaba a esa mujer. Si alguna mujer le hiciera eso a Rafael, él también la detestaría.
Hilaria se enfureció con Rafael:
—¡Tú...!
Blanca se molestó:
—Rafael, ¿cómo puedes hablar así de tu prima?
Blanca sabía bien que era muy difícil deshacerse de Esteban.
La mejor opción era que Hilaria se cas