—¡Ábrela y lo sabrás! —le pidió ella sin dejar de sonreír.
Sandro quitó la tapa de arriba de la caja y vio como cayeron unas fotografías en forma de estrella de él, desde que era niño, en varias de su etapa como piloto de carrera, en el centro se desprendía otra caja interna a esa, la abrió y eran