Los dos se abrazaron sin poder contener las lágrimas de la emoción, él se aferraba a su cuerpo con ganas de alzarla en brazos y llevarla a la habitación, sin embargo, la conexión entre Carlotta y él era tanta que ella le adivinaba los pensamientos y sin él decir nada la mujer protestó.
—¡Ni se te oc