Capítulo111
Julieta parecía haber tenido un sueño muy largo.

En el sueño, tanto su mamá como su papá y don Camilo estuvieron presentes. Samuel era todavía un joven alegre y la seguía por todos lados. Leandro le limpió el chocolate de su boca, y la mimaba diciendo:

—Pequeña glotona.

Ella sonreía, todo el rato sonreía.

Súbitamente, sintió un sabor extraño en sus labios y se dio cuenta de que sus mejillas estaban mojadas. Estaba llorando.

¿Por qué?

¿Por qué llorar cuando obviamente todo era tan hermoso?

Justo en ese momento, Dalila apareció caminando hacia ellos vestida de blanco, y todos la recibieron con sonrisas, excepto ella, que se quedó completamente inmóvil.

Cuando pudo reaccionar, todos estaban parados frente a ella, dándole la espalda.

Leandro miraba a Dalila dulcemente, y ahora Julieta era la extraña.

Estaba aterrorizada. Sus lágrimas seguían cayendo. Luchaba por tocar a sus seres queridos con las manos, pero al extender el brazo sólo sentía la nada.

De pronto, ella se levantó de la cam
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App