41. Estuvo cerca…
Miro con desesperación a todas direcciones, después me doy cuenta de que mi cama es enorme, le hago seña para que se meta debajo y él obedece, yo me acerco a la puerta y me quito la blusa, la uso para cubrirme el pecho y justo en ese momento alguien gira de la perilla, sostengo la puerta para impedir que sea abierta.
— Oh, Dania... soy yo...
La voz de mi madre me pone aún más los nervios de punta, ella empuja la puerta pensando que con el hecho de decirme que era ella la dejaría pasar, pero no puedo hacerlo, no con este hombre aquí escondido bajo mi cama, siento que podría olerlo y encontrarlo.
— Lo siento mamá, pero me estoy cambiando, acabo de salir de la ducha. ¿Qué pasa?
Me acerco a la orilla de la puerta en donde ella puede ver la tira de mi sostén y la blusa que sostengo frente a mi pecho, ella levanta ambas cejas y retrocede, yo permanezco tras la puerta asomándome por el espacio pequeño.
— Lo lamento, yo, solo venía a decirte que lo siento, lo que hice el otro día no estuvo