PELEA DE PRIMOS.
LISSANDRA
Bajé las escaleras con paso lento, envuelta en una bata suave, el cabello recogido en un moño improvisado y los músculos… bueno, bastante adoloridos.
Mi cuerpo todavía ardía con los recuerdos de la noche anterior.
Y el amanecer. Y la madrugada y de esta mañana.
Ash había sido una tormenta de deseo, ternura y obsesión.
Cada vez que creí que ya no podía más… él encontraba una forma de demostrarme que sí podía.
Y ahora ahí estaba yo, caminando como si me hubieran desarmado y vuelto a armar mal.
Al llegar al final de las escaleras, escuché voces en la cocina.
— Debes vestirte, no quiero que Liss te vea así.
—¿Te volviste loco? ¡Son solo boxers, no es que ande desnudo!
—Y es MI casa. Y si vuelves a aparecer en bóxer por los pasillos, Ethan, te juro que te cuelgo del candelabro de la entrada con un letrero que diga “pervertido en rehabilitación”.
— No es para tanto, Ash, estás exagerando, además si Liss mira, solo verá filete de primer corte, o que primito, tienes miedo que Liss v