ASHTON GARDNER
La habitación estaba a oscuras. No había podido dormir, su lado de la cama, ese lado donde solía dormir Lissandra seguía frío.
Mi mano la buscaba sin querer. Y cada vez que no la encontraba… me volvía a romper.
Abracé su almohada que aun tenía su aroma, la extrañaba, la necesitaba, me estaba muriendo sin ella, sin sentirla después de tenerla entre mis brazos cada noche.
Pasaban las horas, los minutos, mi Liss se había ido con Marcus y el silencio era insoportable. Su ausencia me carcomía el alma, me había acostumbrado a su aroma, su calor, su piel y me estaba muriendo por dentro, tan solo pensar que en estos momentos estaba con ese maldito hijo de puta hacía hervir la sangre.
Había revisado el celular al menos cien veces. Nada. Ni un mensaje. Ni una llamada que me dijera que ella me extrañaba como yo la extrañaba. Solo vacío.
Me levanté y caminé por la habitación como un fantasma, fui a la habitación de mi hijo buscando consuelo.
Erick dormía en la habitación de al l