Capítulo 282.
Oleika veía el pavor de lo que podría presentarse frente a él de no tener el ancla que representaba estar a su lado, y quiso darle una salida.
— Y si después de liberar el lazo, después de dejarte en libertad, decides quedarte a mi lado o irte, absolutamente nadie te juzgará por ello— declara Oleika al mismo tiempo que se gira conteniendo un nudo en la garganta y asiente con la cabeza en dirección de Wone .
En ese momento, la descompresión da lugar.
Cada fibra del hilo negro que los une comienza a desprenderse y romperse, hilo por hilo, fibra por fibra, y eso solo hacía que el sentimiento de pertenencia de parte del guerrero Rob se rompiera, provocando escalofríos, una inundación de sentimientos contradictorios entre tristeza, terror y una incertidumbre que tenía demasiado tiempo sin sentir.
Rob comienza a rugir, y Malcolm, en un intento de ayudarlo, comienza a tomarlo por los brazos para que él mismo no se ataque.
La lucha de poder entre su promesa y su deseo de ser libre y mantener