Oleika hizo unos movimientos naturales para su lado brujo, en ese momento sentía como si una base de conocimiento de muchas vidas la dejara ver un poco de todo lo que podía hacer, provocando que enorme chorro de agua fuera lanzado en dirección del desertor y lo dejara inundado en el agua para congelarse desde afuera hasta adentro evitando que ese enorme animal volviera a atacar por un tiempo.

Oleika corrió para encontrarse con Malcolm quien había recibido decenas de heridas de parte del desertor.

— Tranquilo mi amor— al mismo tiempo que concentraba su atención en identificar las heridas más profundas. — No te preocupes, ya estoy aquí contigo— dijo jadeando nerviosa, con las manos temblorosas en un intento por mantenerlo con vida, lo suficiente para que se salvara.

Oleika estaba nerviosa, conteniendo las ganas incesantes que tenía de arrojar toda la fuerza de su magia en contra de ese maldito desertor y hacerlo explotar desde adentro hacia el exterior.

La piel de su mate se encontrab