Oleika sentía que se encontraba debajo del agua, teniendo presión en todas direcciones pero la voz de alguien la guiaba a que se concentrara solo en escuchar.

“Has sellado tu propio infierno... sin importar las lunas que veas, un espectador serás. Una bruja Leiia te maldice, y una Leiia te la deberá quitar”

“¿Qué significa? ¿Leiia? No conozco a ninguna bruja Leiia, no entiendo” Pensaba ella confundida.

Su cuerpo se sentía cada vez más presionado impidiéndole ver, solo sentí, y lo único que la recorría era pavor y odio.

Un odio tan visceral que ella misma en un momento creyó saber la razón pero…

En ese instante, Oleika recibe un golpe que la arroja en contra de una de las paredes, regresándola a su presente, en la cueva.

Sin pensarlo pone sus manos en el pecho.

“No por favor, ¿por qué me arrancaría el corazón? No puede simplemente no puede hacerlo” pensó ella desesperada “si me ama y lo amo, somos mates destinados ¿como podría tener mi final en sus manos?” Trataba de razonar como un in